lunes, 28 de marzo de 2011

No quiero ser perfecta

Le tengo manía a las mujeres perfectas. Quizá porque yo quiero serlo y no lo consigo. O porque saben hacer de todo. Lo mismo te pintan un cuadro, que te hacen una tarta, que se arreglan en un pispas con nada. Y encima son listas. Y simpáticas. Menos mal que normalmente salen/están casadas con tipos tontos, gordos y calvos (lo que creo que las hace aún más perfectas).

Así que, después de toda la vida queriendo ser perfecta, he decidido que no quiero serlo, prefiero no saber cocinar, ni cambiar bombillas, ni coser ni un botón y tener un novio maravilloso que sepa hacer de todo y encima sea listo y guapo, porque los hombres perfectos deberían estar con mujeres imperfectas (para compensar).

sábado, 26 de marzo de 2011

Harina, la que lleve

Este año me he propuesto aprender a cocinar. Después de tanto tiempo viviendo sola, me da vergüenza reconocer que mi repertorio no va más allá de la pasta y la tortilla de patata. Total, que me estoy empleando a fondo y hago experimentos cada semana. Ahora bien, he de decir a la gente que escribe las recetas que sea más precisa. Varios ejemplos: harina "la que lleve" (eso cuánto es?), se mete en el horno y se saca cuando esté dorado (y eso cuándo es?), se sazona al gusto (al gusto de quién?)...
Creo que es por esa falta de datos vitales por la que, de momento, nadie quiere venir a casa a comer cuando soy yo la que cocina.