lunes, 2 de abril de 2012

Colecciones

Si no coleccionas algo, no eres nadie.
De pequeñas, mi hermana y yo coleccionabamos juegos de cartas, sellos y postales. Cuando tuvimos edad de viajar solas, nos pasamos a las tazas (primero de ciudades, después de países). Luego mi madre amenazó con echarnos de casa con las 73 tazas de recuerdo, así que nos pasamos a los imanes, que ocupan menos en maletas y vitrinas.
De un tiempo a esta parte me dedico, según mi familia, a coleccionar zapatos (versión paterna), cachivaches tecnologicos (versión materna) y países visitados (versión fraterna). Yo siempre digo que colecciono libros, que queda mucho mejor, aunque creo que la más lista es mi amiga Marta, que colecciona novios... si le ocupan sitio, les echa de casa y listo.

No hay comentarios: